Hoy en día, es habitual compartir archivos. Los amigos, compañeros de piso y las familias necesitan compartir los inicios de sesión a redes wifi, contraseñas de servicios de streaming y mucho más. Aunque es muy práctico utilizar grupos de mensajería instantánea o las carpetas compartidas de Dropbox, OneDrive y Google Drive, estos métodos exponen la información a filtraciones.
El problema es el cifrado. A pesar de que su uso es muy práctico, los archivos compartidos no están protegidos. Incluso si controla quien accede y comparte contraseñas, notas o información, un hacker podría robar los datos cuando utiliza esos servicios.
Las carpetas compartidas de LastPass cambian esa situación. Cualquier contraseña, nota segura o archivo que comparta permanece a salvo y se cifra en el dispositivo del usuario con el cifrado AES de 256 bits. Sin embargo, vamos más allá de la seguridad y nos aseguramos de que compartir información sea un proceso más sencillo que nunca.
Las carpetas compartidas ofrecen una forma simple de compartir únicamente las contraseñas, notas y archivos indicados con las personas adecuadas. Además, puede conceder accesos y compartir configuraciones: esconder contraseñas de personas determinadas, configurar permisos de acceso a carpetas en modo de solo lectura y mucho más.